¿Cuáles son los beneficios fiscales que tienen los autónomos?

El colectivo de los autónomos se ha convertido en una fuente de memes por la precaria situación que vive en nuestro país. Por eso, hoy no queremos echar más leña al fuego sino recordar los beneficios fiscales a los que pueden acogerse las personas que están bajo este régimen laboral.

¿Es tu caso? Pues no olvides que además, para llevar a cabo una correcta gestión fiscal, es fundamental conocer estos incentivos fiscales a los que puedes acogerte y que hoy vamos a clasificar en este post. Y ya sabes que, ante cualquier duda al respecto, lo mejor es que dejes estas cuestiones en manos de una asesoría especializada en autónomos como JDV Asesores.

Clasificación de los beneficios fiscales de los autónomos.

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Los beneficios fiscales que repercuten positivamente sobre los autónomos se incluyen en una partida presupuestaria estatal que se lleva elaborando como tal desde 1979. Este presupuesto define, clasifica y cuantifica cada uno de esos beneficios que, obviamente, deben trasladarse a los Presupuestos Generales del Estado, al margen de que cada comunidad autónoma pueda tener su propio sistema de incentivos para este colectivo profesional.

Dicho esto, los incentivos o beneficios fiscales para autónomos están vinculados al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), al Impuesto de Sociedades (IS) y al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Veamos ahora cuáles son los principales cuatro beneficios:

1.- Deducciones fiscales.

Las deducciones son un tipo de beneficios fiscales para los autónomos que reducen de forma directa la base imponible del impuesto que se trate. Para acceder a esta ventaja, los trabajadores por cuenta propia deben reunir los requisitos establecidos y justificarlos.

Por ejemplo, el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas contempla, entre otras, las deducciones fiscales por donativos, por maternidad y por doble imposición internacional. Y en el caso de los autónomos, además de estas deducciones, también hay otras por creación de empleo, por creación de empleo para trabajadores con discapacidad, por i+D, por alquiler de local para desarrollar su actividad, por adquisición de materias primas…

2.- Exenciones fiscales.

La exención tributaria exime a la persona física o jurídica de pagar determinados impuestos, como es el caso de la baja por maternidad o paternidad. En definitiva, se produce cuando no hay obligación de abonar un impuesto aunque el hecho imponible se haya producido.

En otros casos, es como si se “perdonara” el pago de un tributo que, aunque en el momento el autónomo haya abonado, en el futuro se le reembolsará con la finalidad de regular la situación económica del trabajador.

3.- Tasas reducidas.

Son impositivos reducidos para las personas que se encuentran bajo este régimen laboral y a las que pueden acceder los autónomos que inician una actividad. Hablamos de los tipos reducidos de IVA o también de la retención en el IRPF que pueden aplicar los profesionales autónomos durante los tres primeros años y que es del 7 %.

4.- Aplazamientos del pago de impuestos.

Esta ventaja fiscal de los autónomos permite aplazar o fraccionar las obligaciones tributarias cuando están atravesando una situación de falta de liquidez o cuando, por cualquier otro motivo, no pueden hacer frente al pago de los impuestos. En algunos casos, es necesario pagar un pequeño interés como consecuencia del retraso en el abono, aunque no supone un gran desembolso y suele compensar dada la situación.

 

¿No tienes claro cuáles son los beneficios fiscales a los que puedes acogerte como trabajador autónomo? Pues ven a vernos. Nuestra asesoría de autónomos en Barcelona se encargará de supervisar y tramitar cualquier gestión para que tu situación fiscal esté regularizada y de la manera más beneficiosa para ti.

 

 

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